Los trastornos musculoesqueléticos son un conjunto de lesiones que afectan al sistema músculo-esquelético del cuerpo humano, que está compuesto por los músculos, los huesos, los ligamentos, los tendones y las articulaciones. Estas afecciones pueden ser causadas por lesiones agudas, como traumatismos o accidentes, o por el desgaste o la sobrecarga repetitiva de los tejidos blandos y las articulaciones.
Estos trastornos pueden afectar a cualquier parte del cuerpo, pero son más comunes en el cuello, la espalda, los hombros, las muñecas, las manos, las caderas, las rodillas y los pies. La tendinitis, la bursitis, la fascitis plantar, la osteoartritis, la hernia de disco y la escoliosis son algunos ejemplos de este tipo de trastornos
Suelen ser muy dolorosos e incapacitantes, y pueden afectar la calidad de vida de las personas que los padecen. Por lo tanto, es importante tomar medidas para prevenirlos o tratarlos adecuadamente si ya se han presentado.
En White Salud contamos con una amplia gama de productos de ortopedia que ayudan a prevenir y aliviar este tipo de lesiones.
¿Qué son las enfermedades funcionales?
Son trastornos médicos en los que la función de un órgano o sistema del cuerpo se ve afectada sin que exista una lesión o alteración estructural observable. Estas enfermedades se denominan también trastornos funcionales, síndromes funcionales o trastornos somatomorfos.
Los ejemplos más comunes incluyen:
- Síndrome del intestino irritable
- Fibromialgia
- Dispepsia funcional
- Cistitis intersticial
- Migraña
- Síndrome de fatiga crónica
En general, estas enfermedades son una combinación de síntomas físicos y psicológicos, como dolor, fatiga, ansiedad, depresión y estrés.
El tratamiento de las enfermedades funcionales se enfoca en aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida del paciente, a menudo mediante la combinación de terapias farmacológicas y no farmacológicas, como cambios en la dieta, la actividad física, la terapia cognitivo-conductual y la terapia ocupacional.
¿Cómo prevenir las enfermedades funcionales?
Si bien no hay algo que garantice prevenirlas, hay algunas medidas que se pueden tomar para reducir el riesgo de desarrollarlas. Algunas recomendaciones:
- Mantener una dieta saludable, rica en frutas, verduras, granos enteros y proteínas magras puede ayudar a mantener tu cuerpo en buen estado de salud.
- Realizar ejercicios regularmente, ayudará a mejorar la salud física y mental y a reducir el riesgo de enfermedades crónicas.
- Manejar el estrés crónico. Éste puede tener un impacto negativo en el cuerpo y contribuir a la aparición de enfermedades funcionales. La meditación, la respiración profunda y el yoga, ayudarán a manejarlo.
- Descansar adecuadamente intentando dormir 7 u 8 hs por noche y tratar de establecer una rutina regular de sueño. Es esencial para la salud general del cuerpo y la mente.
- Evitar el consumo excesivo de alcohol y tabaco: El consumo excesivo de alcohol y el tabaco pueden tener un impacto negativo en la salud y aumentar el riesgo de enfermedades crónicas.
- Mantener un peso saludable evitará el riesgo de enfermedades crónicas, como enfermedades cardíacas y diabetes.
- Realizar chequeos regulares con tu médico. Es importante la detección de manera regular y hacer un seguimiento de cualquier problema de salud.
Cada persona es diferente y puede requerir medidas específicas para prevenir enfermedades funcionales.
Las causas más frecuentes del dolor muscular
El esfuerzo, la tensión y la lesión son las causas más frecuentes de los dolores en los músculos. Cuando un músculo se somete a una actividad intensa, como el ejercicio físico o un trabajo repetitivo, puede sufrir microlesiones que causan dolor y malestar. Además, la tensión muscular causada por el estrés, la ansiedad o la mala postura también puede causar dolor.
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Otras causas incluyen:
- Infecciones virales: como la gripe, pueden causar dolor muscular y fatiga.
- Medicamentos: como las estatinas utilizadas para reducir el colesterol, pueden causar dolor muscular como efecto secundario.
- Enfermedades autoinmunitarias: artritis reumatoide o el lupus pueden causar dolor muscular debido a la inflamación y el daño muscular asociado.
- Deshidratación: la falta de líquidos puede causar calambres musculares y dolor.
- Lesiones traumáticas: lesiones musculares como desgarros, contusiones o fracturas pueden causar dolor muscular.
Es importante consultar a un médico si el dolor muscular es intenso, persistente o se presenta con otro síntoma como fiebre o debilidad, ya que podría ser indicativo de una condición más grave que requiera atención médica.
Factores de riesgo de trastornos músculo-esqueléticos crónicos laborales
Los trastornos músculo-esqueléticos crónicos laborales, son aquellos que se desarrollan a lo largo del tiempo como resultado de la exposición continua a ciertos factores de riesgo en el lugar de trabajo. Esos factores de riesgo incluyen:
- Posturas forzadas que pueden causar tensión en los músculos de las articulaciones incluyendo la flexión o extensión de la espalda, cuello, muñecas o rodillas durante períodos prolongados
- Movimientos repetitivos como el trabajo en una línea de montaje, pueden causar estrés en los músculos y las articulaciones.
- Carga física: Manipular objetos pesados o la realización de tareas que requieren un esfuerzo físico excesivo, como levantar o empujar cargas pesadas, también pueden aumentar el riesgo de trastornos crónicos.
- Vibraciones: La exposición a vibraciones, como las que se producen cuando se manejan herramientas eléctricas o maquinaria pesada, puede provocar daño en las articulaciones y los músculos..
- Ambiente de trabajo: Las condiciones de trabajo, como la temperatura, la humedad y la iluminación inadecuada, también pueden contribuir al desarrollo de trastornos crónicos.
En White Salud contamos con artículos ortopédicos enfocados al Home Office, para prevenir este tipo de lesiones.
Es importante que los empleadores implementen medidas para reducir o eliminar estos factores de riesgo en el lugar de trabajo y promover prácticas de trabajo saludables como prevención de estos trastornos.